Hace tiempo pensamos que solo nos quedaba un punto y final por poner a esta historia. Menos mal que nos equivocamos. Porque puede que a la larga, algunos de los sentimientos que estuvieron siempre presentes en tu vida, se vallan, se alejen. Pero también puede que los sentimientos que nunca quisiste que llegaran, aparecen y por mucho que quieres alejarlos lo más lejos posible, tus ganas se quedan por el camino, y los esfuerzos no sirven. Eso lo es lo que me ha pasado a mí. Y es que a veces lo mejor, es dejarse llevar, aunque suene raro, es siempre así; el corazón siempre gana la razón. Por mucho que no quieras querer, si de verdad quieres, no vas a dejar de hacerlo. Porque primeramente tienes esa sonrisa que hace que ponga cara de tonta, me miras con esos ojitos que hacen que tenga que sonreír aunque no quiera, aunque esté enfadada. Tienes esa mirada, esa mirada que se me centra en la mente y me vuelve completamente loca ¿Y sigues teniendo el valor de decirme que que has hecho? Has hecho que seas la persona por lo que lo dejaría todo en un instante, has hecho que seas una de las personas más importantes de mi vida, has hecho que te quiera como no he querido nunca ha nadie, y has hecho que cuando te vea solo quiera quedarme contigo.
Y por un momento pensé que me había quedado sin palabras. Sin adjetivos, sin verbos, sin comas y sin tildes. Y puede que ya no me queden palabras para ti, pero tengo un montón de silencios. Y tú mejor que nadie sabes lo que ellos encierran. Además, amar… amar es sentir cariño, unión, no solo material, sino espiritual, amar es sentir a la otra persona, y que esta te sienta a ti, amar no es tener un anillo de compromiso o estar unidos bajo el titulo de novios, amar es entregar tu vida a una persona, que la recibirá y la valorará como tu valorarías la suya, amar es pensar en otro sin llegar a la obsesión, amar no son 4 letras, amar es vivir. Pero también comprender que tal vez amor es sentirse ligeros y libres. Es saber que no pretendes apropiarte del corazón del otro, que no es tuyo, que no te toca por contrato. Debes merecerlo cada día. Y amor, nosotros tenemos todo eso.
Por eso vamos a hacer un trato. Pero de los de verdad, no de esos que cuando pones un punto, ya se olvida de lo que has hablado. El trato es, querernos hasta las trancas, enamorarnos de forma infinita, echarnos de menos cuando estemos a un solo metro de distancia, , darnos todo y más, completarte día a día, darnos cariño, mimos, un poquito de todo, hacerte feliz, hacerme feliz.
Que hagas hasta lo imposible por retenerme, y que todas las cosas que tengo que hacer acerca de ti, no se vallan distanciando día a día, que sea una meta que conseguir, que sea como un juego. Yo doy, y tú intentas que la próxima vez, de más. Y sobre todo quiero que me prometas algo, algo que me haría la persona más feliz del mundo; pasar todos tus próximos cumpleaños a tu lado. Y volver a pasar estos 365 días tan felices que hemos pasado juntos otra vez y otra, y que cada vez sean mejores y aun más llenos de amor.
