De algo estoy segura. No podrá quererlo como la quería yo, no podrá adorarlo de ese modo, no sabrá advertir hasta el menor de sus dulces movimientos, de aquellos gestos imperceptibles de su cara. Es como si sólo a mí se me hubiera sido concedida la facultad de ver, de conocer el verdadero sabor de sus besos, el color real de sus ojos. Nadie podrá ver nunca lo que yo he visto. Y ella menos que ninguna. Ella, incapaz de amarlo, incapaz de verle verdaderamente, de entenderlo. Ella no se divertirá con esos tiernos caprichos.
tu blog es muy cuqui *.*
ResponderEliminarte sigo!
la cabecera me encanta :)
pasate... www.audrey-moore.blogspot.com
MUUACKKY!